Existe gente que busca incansablemente "respuestas". Para hacer su propio trabajo de indagación repasan las respuestas que otros diseñaron antes que él.
Carl Sagán partió de Giordano Bruno, astrónomo, filósofo y poeta italiano. Era sacerdote, y lo que buscaba en realidad era definir el alcance del Poder de Dios.
El polaco Nicolás Copérnico había transgredido los límites mentales de su tiempo y lugar -la Europa renacentista- ingresando a ese diminuto universo mental (su mente genérica) ideas que provenían de la Grecia clásica -siglo VI y V a. C., y arrastró hacia nuestra mente 'occidental' la idea de un UNIVERSO INFINITO.
Ni Copénico ni Bruno eran ateos; pretendían ampliar la visión estrecha y profana de la Iglesia; en realidad ellos eran teólogos modernos y revolucionarios.
Luego sigue Galileo, ya sumergido en un debate nuevo: los árabes habían introducido en España la filosofía de la Antigua Grecia, que sirvió de argumento para confrontar las ideas de la Iglesia Católica.
Este germen de insurrección impulsó a la Iglesia a provocar la horrenda campaña represiva contra la herejía: la Inquisición.
La guerra entre las Ideas de la Iglesia y las nuevas Ideas Humanistas dió origen a la Ciencia occidental, que después de muchos accidentes se convirtió en quién estable los criterios de Verdad.
Y quién tiene el dominio de la Ciencia tiene el dominio sobre la Mente Genérica, y sobre los pueblos y personas bajo su control mental.
Carl Sagán fue mucho más que un 'científico'; fue sobre todo un divulgador y maestro de las Ideas de la Ciencia, lo que lo vincula directamente con el PODER que regula nuestra nueva Mente Genérica, y con ello nuestras acciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario